La
observación, reflexión y la creatividad fueron los primeros asideros que
avivaron las renovaciones en una
vivienda pequeña que sólo mide cerca de
cincuenta y ocho metros cuadrados.
El interés
permanente por hacer
trasformaciones en busca de espacios
funcionales y agradables abrió el camino
por donde transitamos desde hace cuatro años en la Fundación “Antonio Núñez
Jiménez” de la Naturaleza y el
Hombre.
A
partir de la capacitación y el intercambio con permacultoras y permacultores
espirituanos, cubanos y de otros países del mundo adquirimos conocimientos
sobre diseños y principios de Permacultura que enriquecieron el bienestar de
quienes convivimos en el Sistema Familiar Urbano ‘’La palmera’’ de la provincia
espirituana en el centro de la isla.
Aquellas
ideas incipientes, se enriquecieron con
nuevos diseños dirigidos a un mejor aprovechamiento de los espacios, de la luz solar, el aire, el
tiempo y por consiguiente hacia el logro de beneficios económicos sustentables.
Para las
nuevas trasformaciones realizadas en el sistema tuvimos en cuenta principios como que cada elemento cumpla varias funciones y que cada función
esté soportada por varios elementos,
vimos las oportunidades y no problemas,
trabajamos de manera cooperada y en armonía, usamos eficientemente la energía
humana, logramos disminuir la producción de desechos y potenciamos la diversidad y los beneficios, animan a la familia a continuar para mantener
el sistema (la vivienda).
Con esta
filosofía o nueva cultura basada en el conocimiento realizamos diversos diseños, entre los que se
incluye la construcción de un mural
exterior a relieve con los diseños clásicos de la Permacultura y el logotipo de
la Fundación “Antonio Núñez Jiménez”.
Para ello, se aprovecharon
elementos desechables que no van a parar al medio ambiente, como rasillas,
pedazos de azulejos y vidrios que adquirieron con su forma y estructura un
elemento atractivo, estético y educativo para la comunidad, enclavada en
el Consejo Popular Los Olivos de Sancti Spíritus.
La
aplicación de la Permacultura en el hogar se extendió a las diversas
habitaciones de la casa, cumpliendo varias funciones: recreativas, para la
reflexión y mejoramiento del entorno, entre otras. Las plantas sembradas coma la uva ha creado
un microclima agradable en la vivienda, disminuyendo así el calor durante el
día y la noche, además de servir como
alimento para hacer refresco. Más
adelante tendrán detalles de los alimentos obtenidos en una azotea para el
consumo familiar y de otras personas.
Con la
aplicación de los principios éticos de la Permacultura protegemos la tierra y a
las personas. El resultado de lo logrado en el Sistema Familiar Urbano “La
palmera” es una nueva forma de apoyar y
enriquecer la vida.
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